Qué solo está Dios en esa Cruz
esperando por nosotros
porque le llevemos un poco de amor,
agradecimiento y arrepentimiento en una oración
porque El también tiene sed de nosotros,
de ese tiempo que a veces le negamos,
Qué solo está el Señor vertiendo sus lágrimas
de piedad, misericordia y dolor
al ver la indiferencia e ingratitud
al ver el odio y las guerras,
el hambre, la violencia y la pornografía,
la niñez abandonada, la juventud perdida
Solo... siempre le dejamos solo...
sin reservarnos unos minutos
para estar con El, para darle gracias
por los dones y favores recibidos
por las alegrías y las penas,
por nuestro trabajo y nuestro descanso
por nuestra familia, nuestros hijos,
o simplemente por estar vivos.
Qué solo está el Señor por el egoísmo,
pensando nada más que en nosotros mismos
en los lujos, en las comodidades,
sin querer renunciar unos minutos
a nuestros placeres, a nuestras distracciones
pero allí va el Nazareno llevando su pesada Cruz,
cargando con nuestros pecados y miserias
para sufrir y morir todos los años
Qué solo está el Señor mirándonos,
dándonos su Eterno Amor,
su Palabra de Vida y Esperanza
esperándonos... siempre esperándonos...
aunque lo dejemos a un lado o lo olvidemos
El nunca nos olvida ni nos deja abandonados
Allí en nuestros corazones nos llama
nos abre el camino para seguirlo,
¿que cuestan unos minutos hermanos míos?
para hincarnos de rodillas y rezarle
para juntar nuestras manos en oración
para darnos un abrazo de paz,
para sentirnos hermanos
para renovar nuestra fe
para no dejarlo solo... y acompañarlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario